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El día 28 de enero hemos comentado la segunda lectura programada en nuestro taller de Tertulias Literarias
titulada El maestro del Prado y las
pinturas proféticas, del periodista, escritor e investigador Javier Sierra.
De sus novelas se ha manifestado que tienen como propósito común resolver
misterios históricos, basándose en documentación e investigación de campo,
centrándose en misterios que, según él, "llevan siglos aguardando a ser
desvelados".
La mayoría de nosotros nos hemos sentido abrumados por los innumerables
datos históricos que se ofrecen en la novela y que en ocasiones han provocado,
sin querer, que nos sintamos desbordados, con cierta dificultad para procesar
tanta información . No obstante , todos coincidimos en que esta obra ha ido de
menos a más y a la gran mayoría nos ha gustado disfrutarla. Como hechos
curiosos hemos comentado la aparición de un personaje contemporáneo con amplia
trayectoria cinematográfica que participa en la ficción literaria y que a
algunos nos ha provocado sorpresa y desconcierto. Asimismo hemos comentado la
propiedad de expresiones tales como el divino
de Urbino en clara referencia al pintor renacentista Rafael Sanzio y el genio de la desazón a Francisco de
Goya, considerándolas acertadas y fieles a su estilo artístico.
Nos
hemos preguntado por la verdad o no de los innumerables datos aportados y no hemos tenido más remedio que” fiarnos “
del autor que en una de sus páginas
iniciales ya nos advierte lo siguiente:
“
Algunos de los nombres, lugares, situaciones y fechas han sido novelados de
forma deliberada... Con todo , las referencias y datos relativos a obras de
arte o literarias, sus autores y su contexto responden a la verdad”.
Además,
en la historia el protagonista busca documentos , investiga de forma incansable,
dejando de lado incluso su tarea diaria para transmitirnos la idea de fidelidad
con las fuentes, de veracidad sobre aquello que nos ha contado en cada
encuentro con el maestro Fovel.
Juega
magistralmente con la verosimilitud de lo contado construyendo así una historia
literaria que hace al lector estar pendiente de maestro y discípulo en cada
página, esperando su encuentro para atender a una nueva explicación desconocida
hasta el momento.
Nos
ha parecido oportuno clasificarlo , para todo el que se anime a leerlo, como un
libro profundo ofreciendo mucha información a la vez que una peculiar y particular
visión de lo histórico e incluso de nuestras creencias religiosas. Llamativa y peculiar la teoría de Steiner, un filosofo austríaco afirmando que
los dos niños Jesús que aparecen en varios cuadros del
Renacimiento son dos mesías que nacieron casi simultáneamente en Galilea de
familias diferentes , pero próximas y cuya existencia decidió ocultarse al
mundo.
Nos
ha llamado la atención la imagen de ”falsa ortodoxia” que ofrecía la Iglesia
condenando , por ejemplo, la astrología y por otro lado, creyendo en horóscopos
y profecías. Muestra de ello , Javier Sierra cuenta cómo la primera piedra de
la basílica de San Pedro fue colocada por Julio II después que su astrólogo
personal le indicase el momento cósmico más propicio para hacerlo o cómo Rafael pintando su Escuela de Atenas incluyó en una esquina
un orbe celeste con las constelaciones tal y como estaban el día de la
coronación de dicho Papa.
Los
cuadros que ilustran la historia y que hemos mirado y remirado una y otra
vez nos parecen obras para interpretar,
significándose como vías de acceso a una vida trascendente, al más allá.
Destacamos dos cuadros que nos han llamado la atención por su belleza e
interpretación como son El jardín de las
delicias, de El Bosco y El triunfo de la muerte, de Brueghel. De
este último su relación con el alfabeto de Holbein y el juego que nos plantea permite
llegar a la conclusión de que “ tras el dolor y el terror de la muerte se
esconde…¡más vida!”.
El
pasaje donde se instruye al lector sobre el llamado arte de la memoria ha sido destacado y comentado por los miembros
de esta tertulia así como la interpretación que se nos ofrece de Los panneaux, de Botticelli y su clara
referencia a uno de los cuentos ofrecidos en la obra El Decamerón, de Boccaccio titulado El infierno de los amantes crueles ( octava novela de la Quinta
Jornada)
Al
final , coincidimos unánimemente en que la solución está en manos del lector.
El autor deja todo en nuestras manos y creencias. ¿Los personajes Luis Fovel y
Prada son personas de carne y hueso o fantasmas? Se esfuma cualquier
posibilidad de explicación, ¿por qué?
Nos hace sentirnos importantes pues tenemos, cada uno de nosotros, la respuesta. Cada lector es libre para creer
o no en lo que se le ha ofrecido bajo el señuelo de la intriga. Es el momento. Tras
la lectura estamos preparados para la
llegada del maestro.